Hace días, se desarrolló el festival “El idioma de los cuentos Rusos”, este evento reunió durante tres días a cientos de escolares de Perú y Nicaragua en un encuentro cultural sin precedentes. A través de cuentos, arte, música, danza y talleres tradicionales como Gzhel, jóvenes de ambos países exploraron las raíces de la cultura rusa, compartieron experiencias con sus pares latinoamericanos, y demostraron un interés creciente por conocer un mundo diferente. Esta edición internacional puso en evidencia la fuerza del intercambio cultural y la apertura de nuevos horizontes para la juventud latinoamericana.

Un Festival Cultural que conectó 2 países latinos con Rusia
El evento se desarrolló simultáneamente en dos países: Perú y Nicaragua, lo que lo convierte en un festival internacional de cultura, folclore y creatividad. Durante va días, decenas (o cientos) de escolares participaron de actividades diseñadas para acercarlos a la literatura, tradiciones y arte ruso.
En Perú, el festival se llevó a cabo en el Colegio Liceo Santo Domingo, ubicado en el distrito de Comas (Lima); en Nicaragua, se organizó en sedes locales equivalentes. Esta simultaneidad demuestra la ambición del proyecto: generar un puente cultural entre América Latina y Rusia, convocando a jóvenes con curiosidad, talento y ganas de aprender.
En Nicaragua, en una atmósfera cálida e inspiradora, los participantes se sumergieron con entusiasmo en el mundo de los cuentos populares, crearon ornamentos en estilo Gzhel, compararon tradiciones culturales de ambos países y estudiaron con admiración los símbolos del folclore ruso.
La propuesta no era solo aprender ruso como idioma, sino sumergirse en su cultura: desde los cuentos populares hasta la música, la danza, la pintura tradicional y la fusión artística entre culturas. De esta forma, el festival invitó a los escolares a abrir la mente, cuestionar estereotipos y celebrar la diversidad cultural.

Los organizadores y su rol en el fortalecimiento cultural
“El idioma de los cuentos rusos” fue organizado por la Fundación Mi Historia, una institución dedicada a la difusión cultural. Contó con el apoyo del Ministerio de Educación de Rusia y se llevó a cabo con la colaboración de ALAR en Perú, que ha sido pieza importante en la difusión del evento y en el acompañamiento institucional durante su desarrollo.
Gracias a la participación conjunta de estas instituciones, el festival logró ofrecer actividades formativas accesibles para escolares peruanos, utilizando el arte, la literatura y el idioma ruso como herramientas pedagógicas con impacto real y directo.
En la ceremonia de cierre en Perú, dirigieron unas palabras los representantes de las instituciones involucradas. Participaron Jorge Cieza de León Tuesta, director de ALAR, Smirnova Evguenia, directora de la Casa Rusa en Lima, y Daniel Ruiz de la Cruz, director de la red de Liceos Santo Domingo.
El Dr. Ruiz de la Cruz ofreció un mensaje especialmente significativo, resaltando cómo la cultura, cuando se comparte con respeto y apertura, tiene la capacidad de abrir horizontes en los jóvenes. Su mensaje completo fue el siguiente:
“Estos festivales son una oportunidad para que nuestros estudiantes vean más allá de las fronteras, descubran nuevas formas de pensar y desarrollen creatividad. La experiencia que han vivido estos días puede despertar en ellos la motivación por aprender un nuevo idioma como el ruso, que sin duda ampliará sus posibilidades en el futuro.”
Este acompañamiento institucional fue clave para que el festival tuviera una estructura sólida, actividades cuidadosamente guiadas y un ambiente educativo que motivó a los estudiantes a sumergirse en la cultura rusa de manera natural.
Lo que ofreció el festival: actividades, vivencias y creatividad en Perú y Nicaragua
Los estudiantes vivieron una experiencia cultural completa. Entre las actividades y vivencias se destacan:
- Representaciones teatrales inspiradas en cuentos rusos, combinando narrativas clásicas con elementos artísticos locales.
- Recitales de poesía en ruso y español, así como presentaciones musicales y de danza que mezclaron tradiciones rusas y latinoamericanas.
- Talleres de pintura en estilo Gzhel, donde surgieron decoraciones únicas y creativas, reflejo del talento y la imaginación de los participantes.
- Espacios de diálogo y reflexión sobre los valores presentes en las leyendas rusas, la identidad cultural, y la propia relación con tradiciones diferentes.
Estas actividades permitieron no solo aprender sobre la cultura rusa, sino también expresarla, adaptarla y vivirla de forma colectiva. Muchos estudiantes mostraron entusiasmo, valentía y una actitud abierta hacia lo nuevo.
Un puente cultural: por qué acercar la cultura rusa a escolares latinoamericanos
Este festival no se limitó al idioma: permitió que los jóvenes descubrieran una cultura distinta, sus tradiciones literarias, artísticas y simbólicas. Para muchos escolares, este fue su primer contacto profundo con Rusia.
Conocer esos cuentos, entender sus valores y reinterpretarlos desde su contexto genera en ellos admiración, respeto y curiosidad. Esa semilla puede servir en el futuro: algunos podrían interesarse en aprender ruso de forma más formal, buscar estudios superiores en Rusia, o simplemente valorar aún más la diversidad cultural global.
Eventos como este abren puertas: promueven la tolerancia, el entendimiento intercultural, y ofrecen nuevos horizontes educativos y personales.
Invitación final con ALAR: más allá del festival, una oportunidad real de futuro
Si este festival te inspiró, debes saber que ALAR continúa trabajando para acercar la cultura rusa a jóvenes latinoamericanos. Con más de 26 años de trayectoria, ALAR ofrece programas de preparación en idioma ruso, orientación académica, admisión a universidades rusas y soporte integral para quienes decidan dar el salto.
Gracias a sus convenios con prestigiosas Universidades Rusas, ALAR brinda oportunidades de estudios, posgrados y especializaciones médicas, con becas, soporte migratorio, ayuda con visado, alojamiento universitario y acompañamiento durante toda la experiencia.
Si te interesa explorar el idioma ruso, ampliar tus horizontes y acceder a una educación internacional de calidad, visita ALAR. Esta puede ser tu puerta a un futuro distinto, lleno de oportunidades globales.
